Manso díalogo wn oh!
>> jueves, 11 de marzo de 2010
(gracias a Twitter por video concedido)
(gracias a Twitter por video concedido)
Paris se encuentra sola, sus mejores amiguis ahora o son mamas, o exitosas y serias mujeres de negocios. Paris se siente tan sola y triste que llama a varias chicas tan regias como ella, pero nunca tan topisimas y les ofrece ser su amigui personal. Paris busca a alguien que la contenga y la acompañe a comprar. Alguien que se sacrifique por ir de viaje y parranda, ser una mezcla de Tara, Nicole y Ruby, quienes ahora son alcoholica rehabilitada, madre abnegada y la ultima, al parecer su padre la llamo al orden.
Como si no nos bastara con las aventuras de Paris y Nicole en una granja, en una fabrica, en un campamento, mostrando lo que realmente son, dos tontorronas frivolas mostrando que ellas tambien (no) pueden ganarse las lucas como nosotros los mortales. Algo asi como bajar del olimpo para aspirar las cenizas de un muerto o mantener a Tinkerbell de punta en blanco entre las vacas.
Todo esto me recuerda tambien a las chicas de al lado, esas que viven en una fiesta eterna de senos al aire, champaña y perritos fletos. Vivir en la Mansion Playboy puede ser una ardua tarea, levantarse tarde, ejercitarse, cuidar a las mascotas y arreglarse para la fiesta. Y una esta ahi semana a semana para conocer la terrible vida de Kendra, Bridget y Holly. Como esta ultima aprendio a nadar, o la vez que Bridget organizo una fiesta uintima para cuatro. Basto con levantar el telefono y pedirle al mayordomo que dejara todo hecho en el comedor. Luego ella se lleva todos los honores de hacer una torta y decorar el lugar. Clap clap! felicitaciones Bridget.
Y ahora todas esperamos con ansias el salto de Kendra, quien ahora tendra SU propio programa. Tal como Paris. Tambien como lo logro Lauren Conrad, de The Hills.
O tambien como Los Osbournes, quienes saltaron de un capitulo de larga duracion de Cribs.
No se que tendran estos programas de adictivos, ver la vida de la hija de un ex luchador que vive en un penthouse en Miami, con sus mejores amiguis, sin trabajo conocido, pero con una billetera plagada de dolares.
Pero la receta es sencilla, alguien muy famoso millonario con una gran casa y ojala una familia de locos. Sus amigos personales que rondan la casa y sencillamente mostrar las aventuras del clan. Y dejar bien en claro que hasta las tareas mas cotidianas puede convertirse en una tarea titanica, sobre todo si no tienes absoluta idea de como ir a comprar burritos o poner a funcionar un jacuzzi. Con esta gente en los programas nos damos cuenta que cualquier situacion se puede convertir en una jocosa broma de FamilyGuy.
Varios han sucumbido a la moda del docureality, SnoopDog, Denisse Richard, Pamela Anderson y hasta nuestro candidato Marco Enriquez-Ominami. Todos mostrando su muy sencilla vida familiar y los terribles dramas que sufren.
La verdad es que estos programas son adictivos, y creo que nadie sabe el porque. Por ver algo que nunca vamos a vivir en carne propia? O solo para al final decir, prefiero mi vida como esta... mentira!!! Ya se quisieran vivir en la Mansion Playboy o tener el porshe de SnoopDog, que no me vengan con cuentos.
Por ahora solo nos queda esperar los dos realitys mas esperados, Paris Hilton My New BBF y el nuevo show de Kendra, y esperar a ver las grandes genialidades dignas de Einstein.
Igual, si de reality show show se trata, sigo prefiriendo mi favorito, Mascotas con pinta, donde estilistas caninos luchan por 50mil dolares y un camion de peluqueria. Donde no encontramos chismes ni situaciones ridiculas, solo lo ridiculo de ver a los perros teñidos de rosa con tiaras de perlas.
Toda la vida me he reconocido como una tevita-compulsiva, incluso recuerdo que uno de los peores castigo (y el unico que recuerdo) fue quedarme un mes sin televisor en mi pieza. Y por lo mismo en mi infancia mis padres ponian un control parental un poco estricto. Este consistia en que no podia ver teleseries. Eran solo para adultos. Pero la verdad es que era bastante extraño porque si bien yo no podia sufrir con los menesteres de la madrastra, los multiples casorios de villa napoli o las truculencias varias de hijas perdidas, ciegas embarazadas y patrones desvirgando cuanta sirvienta se pasara por encima, si podia disfrutar a destajo de las poleras humedas con senos turgentes y adolescentes iniciandose en el sexo de Pesadilla, Jason y sus amiguis. Podia ver al diablo comiendose en vida a una pequeña de 8 años, pero no como Nice agonizaba en el hospital.
Yo creo que es por eso que se incio en mi una especie de adiccion a todo lo que fuera teleserie, en realidad a cualquier cosa que tuviera varios capitulos y siguiera una tematica, el mundo de las teleseries habia sido algo prohibido para mi, y mientras, todas mis compañeras hablaban de los romances de adultos y de como le ponian el gorro a alguien, por lo tanto tenia que conformarme con seguir culebrones tan intensos como los de Carrusel, Señorita Maestra, El Chavo del ocho o El Arbol Azul. Es por eso que siempre recuerdo con completa intensidad la que segun yo fue la primera teleserie de verdad que me dejaban ver, El Abuelo y Yo.
Corria Sexto Basico, y recuerdo que al tocar la campana de salida del colegio era un suplicio el saber que mas que seguro seria la ultima en que pasaran a buscar, y con suerte lograria estar a las 18:30 en mi casa, hora en que empezaba mi culebron favorito. Mencion aparte que amaba a ese jovial Gael Garcia y eso le daba un plus especial. Ver los sufrimientos de este pobre niño versus la vida opulenta de una chica millonaria, lo que nos hacia entender que no todo era perfecto, algo asi como Los Ricos Tambien Lloran.
Para mi la vida era perfecta, por fin podia entender los dramas que hablaban mis compañeras, todas eruditas en teleseries y podia ser parte del comidillo obligado del dia, comentar la pobre vida de Alejandra, pese a que poseia una casa de muñecas de ensueño. Por fin en mi vida entraba el real sufrimiento de los personajes, esos que nos robaban los sueños.
En resumen la teleserie hablaba de lo siguiente, el un niño huerfano y su perro conoce a viejo gruñon y lo adopta como abuelo. Ella niña de clase social alta que usaba unos sombreros dignos del partido de cricket de la Reina Isabel, con un padre con una amante descarada y su mejor amiga que en realidad solo la traiciona una y otra vez. Niño y niña se conocen y se unen en una fascinante aventura para lograr la estabilidad de ambas familias, todo esto acompañados de Anselmo, el fiel perro y el apoyo del abuelo adoptado. Un monton de truculentas aventuras que se dedican a ir en contra de esta vergonzosa amistad de niño pobre niña rica.
Y aca viene el punto al que voy con toda la patraña de tonteras que he escrito:
Al cabo de meses de angustia y seguir segundo a segundo las tristes aventuras de dos niños diferentes pero que al final son iguales en sufrimiento, logicamente la historia debe terminar en un capitulo de redencion para los malos, felicidad para los tristes y castigo para la crespa amante. El nerviosismo durante toda la jornada escolar se sentia de lejos, el minuto que todas habiamos esperado. Suena la campana y todas corren a sus casas, los padres desesperados porque todas sus hijas habian pedido expresamente la puntualidad de la retirada.
Y como siempre, yo sentada con todas las que siempre eramos las ultimas.
Yo sentada en el hall angustiada, la teleserie ya habia empezado.... sola mascullando palabras dignas de un marino mercante.
Y por penultima escena, mi padre llegando a ultima hora a buscarme.
La ultima escena se reduce tristemente a yo corriendo a mi pieza, prendiendo el tv y mirando como los niños y el abuelo viajaban en un globo aerostatico mientras salian los creditos. FIN.
Al otro dia tuve que conformarme con un resumen de mis compañeras en el cual todas se contradecian y contaban detalles que la otra cambiaba. Y los gritos de emocion de todas ellas de que por fin la teleserie que todas habiamos seguido en conjunto habia terminado de una manera imprevista, lo mas genial del mundo.
Ellas siguieron su vida viendo Te Conte, Villa Napoli entre otras, y yo a seguir conformandome con el drama brigido de Carrusel y El Chavo Del Ocho.
Cuando era Chica, amaba a She - Ra. Recuerdo que recién llegada a Conce (tres o cuatro años), fui al cine Regina a mirar la película de cómo se conocían He-Man con She-Ra. Y yo la adoraba. Encontraba que su permanente era perfecta, como el pelo de la Raquel Argandoña en la Quintrala, y que el diamante en la guata era lo más que hay: Su caballo de colores le mandaba mil patadas a la mamona de Rainbow Brite y se veía más lindo en una esquela que los insoportablísimos My Little Pony.
Pero a Adora, su personaje en la vida "real", me apestaba. Era tan cheerleader la mensa, tenía las caderas anchas, la sombra violeta no le venía y tenía cara de plato. Además, andaba con puros amigos loly pop (que cuando más grande me hicieron recordar a las "chicas populars"), incluyendo el oso con pelo de arcoiris que aparecía en alguna parte del capítulo y te daba consejos idiotas, o el maraco del amigo arquero que tenia un corazon en el pecho. Pero cuando aparecía el castillo de cristal era otro cuento.
Para mi cumpleaños número 6, mi mamá me regaló la muñeca de She-Ra junto con un vestido celeste. Debe haber sido el cumpleaños más feliz: era tan bonita mi muñeca, con su coronita y su capa, su cristal en la guata. Y fue mi compañera de juegos durante todo el verano.
Y llegó primero básico. Aparte de la invasión de nuevas (yo venía desde Kinder) y el "Yo Pienso y Aprendo" en colores horribles sólo comparables a los de Condorito, llegó la principal amenaza a mi muñeca: como olvidarla, se llamaba Katherine.
La Katherine era una niña blanca como papel, con una ridícula melena tomada con medio moño hacia atrás y cachetes de marrana flaca. Era la típica pendeja cagona que la ves llena de mocos y el pelo brillante, pero bañada con colonia Simond´s de esa rosada. Y luego de ponerme todo tipo de pucheros, se la presté. A los 20 min (más no iba a ser, era mi juguete favorito) le pregunto por mi muñeca. En ese momento Katherine infló más sus cachetes, puso sus ojos como perrito triste y comenzó a llorar desconsoladamente. "Es que no seeee" repetía la cabra de mierda, mientras yo estaba enfurecida con esta pequeña manipuladora que inmediatamente llamó la atención de mi profe jefe, para no resolver el problema ella. Es lo que más adelante, conocí como mamonería.
Luego de recorrer como idiota toda la sala y que mi mamá llegara (y la Maraca de la Katherine no moviera los cachetes del suelo para hacerse cargo de lo que ella había perdido), encontré mi linda She-Ra en inspectoría, sin espada ni escudo, ni falda, ni capa. Estaba solo con el traje de baño pintado, y la corona rota en un costado. Y me puse a llorar de rabia pura, porque una pendeja estúpida y futura maraca me había cagado mi juguete favorito, el de mi mejor cumpleaños. Luego de una charla eterna a mi mamá de por qué las niñas no tenían que traer juguetes de la casa(y liberando con ello a la cachetona de toda responsabilidad), la She-Ra volvió a mis manos. Me sequé las lágrimas y la miré: seguía siendo ella, mi ídola. Toda musculosa, con las botitas doradas y el palacio de cristal en la cabeza. Al final, mi mamá le hizo una nueva faldita de tul, y no volví a prestar atención a la pendeja weona de la Katherine. Y yo seguí admirando a la loca chora que peleaba con todo sin dejar de verse regia, cada vez que aparecía en los monitos invocando al Palacio de Cristal.
IMDB de She-Ra
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